viernes, 1 de mayo de 2009

COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA DE LAS FORMAS EXTERNAS.-

ESCRIBE: Jorge Sihuay Maraví
(Tomado del blog: Taller de diseño 2: publicado el 19 de octubre del 2008)

Estimados estudiantes, amigos. En esta oportunidad voy a referirme muy brevemente al tema de la forma en arquitectura, con la finalidad de proporcionar a los estudiantes del taller de diseño 2 de la FARQ-UNCP algunas primeras pistas en este campo, ya que vienen en estos momentos, especulando intuitivamente y con supuestamente escasos y elementales criterios de configuración, la constitución de formas externas y su respectiva composición.

La forma, es la expresión particular que identifica a todo objeto vivo o inerte. La arquitectura pone mucho énfasis en el tratamiento de la forma en lo más mínimo de su expresión. Pues, referirse a la forma en arquitectura, es incursionar en una trama muy polémica y muy compleja, por estar muy ligada al sentimiento y ubicarse en la subjetividad, pero a su vez es un acontecimiento muy interesante y de mucha pasión en nuestra labor. Es así que los involucrados en las artes plásticas y en especial en la arquitectura, debemos abordarla y enfrentarla para así entenderla, percibirla con propiedad en cada circunstancia y tener juicios de configuración, por lo menos en los términos de consenso con la mayoría.

Estamos muy claros y conscientes por nuestra formación de arquitectos y sobre todo por nuestra experiencia, sobre la interacción de muchas variables y condicionantes en la configuración y definición de la forma en arquitectura, que siempre en conjunto, es resultado de un concepto previo y que según la intervención de diferentes aspectos relacionados a la edificación, el uso, el usuario, el lugar y otros, se ampliarán y se harán mas complejas.

Como una referencia a la posible intrincada labor de definir este tema, podemos referir algunas variables, condicionantes que las describo en jerarquía, sin ánimos de aislarlas una de otras, en un probable orden de prioridad para la abstracción en la enseñanza aprendizaje del diseño arquitectónico, tenemos:

  • La plástica, la composición y la estética.
  • La relación matemática (geometría)
  • La estructura de soporte
  • La función
  • La topografía del terreno
  • El material y sistema constructivo
  • El entorno (características climáticas)
  • El contexto (edificaciones, paisaje)
  • La tradición y la cultura (íconos, patrones estéticos, identidad y ética)
  • La analogía y la semiología
  • El pensamiento y la filosofía (el mensaje de la arquitectura)
  • El movimiento, domótica y topología (la mecanización, automatización y transformación)
  • La Sistemática e industrialización (procedimientos ordenados de generación, obtención y producción de formas)

En fin podemos seguir numerando de acuerdo al avance de la tecnología, pero en la conjunción y configuración del concepto arquitectónico que define los espacios y las formas, estas variables están presentes, probablemente en algunos casos no estarán en su totalidad y en otros tendrán predominancia una que otras, pero en fin de cuentas no deben escapar de nuestro análisis para una propuesta efectiva y pertinente.

Para la enseñanza del diseño básico, hemos creído conveniente, hacer uso de la abstracción de los aspectos de configuración de la forma, con la finalidad del adiestramiento y manejo de cada variable y así sucesivamente incorporar cada una de ellas en la conjunción ideal final.

Desde el trabajo inicial en el taller, hemos visto que el término de forma viene adherido a nuestro diálogo en todos los aspectos, desde los principales elementos del diseño y los efectos de sus configuraciones hasta los ítems actuales de nuestro programa de estudio, pues este tema, seguirá presente en nuestro aprendizaje y en el quehacer y desempeño de la profesión, porque quiérase o no, un objeto en arquitectura se expresa en forma o composición de formas finalmente.

Debemos en primer lugar, afirmar que para percibir la forma o formas visualmente, es imprescindible la presencia de la luz y con ella, en sus diferentes grados de intensidad, reflexión de colores y tonalidades, conseguir los contrastes necesarios que nos permita identificar los bordes y articulaciones que contengan el objeto, estableciéndose en la percepción el efecto de figura y fondo. “La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de volúmenes ensamblados bajo la luz” fue uno de los principales llamados que hizo a los arquitectos Le Corbusier, refiriéndose a los volúmenes que definitivamente se expresan en formas.

A propósito de formas, hemos visto y practicado en el taller, el trabajo de la forma de los espacios, que muy bien han sido entendidas según los resultados, hemos conjugado éstas, en orquestaciones compositivas. Se ha echado mano al uso de las variables expuestas por la teoría para este fin y se han configurado sus formas y la composición de éstas, dejándonos llevar por el sentimiento de la creatividad, obteniendo así variedad de integraciones entre ellas que estimulan a la percepción. También se ha mencionado que la forma interna de los espacios en un objeto arquitectónico no necesariamente es reflejada en la forma externa de éste, porque una forma externa es la envoltura del objeto que puede envolver uno o mas espacios, puede contener formas de vacíos, como formas sólidas, por consiguiente podemos diferenciar que las formas que tratamos en este punto, están referidas a las formas externas del objeto y que tienen contacto con su entorno natural, con el contexto o territorio urbano donde se implante. Es por ello que siempre se considera que la forma que adopta la cubierta o cubiertas de los volúmenes, expresan un gran porcentaje de la forma o formas del objeto arquitectónico

La búsqueda de la configuración formal externa y su composición, están referidas en esta estación del taller, a la modelación de formas teniendo en consideración las tres primeras variables referidas líneas arriba, es decir: La plástica y la composición, la relación matemática (presencia de la geometría) y el criterio de soporte y estabilidad del conjunto. Debe centrarse la atención en este trabajo y su composición, en el grado de simpleza o complejidad de la forma, número de formas, la interrelación entre las partes para formar el todo y la respectiva matematización. Podemos aludir a las formas puras de la geometría como formas simples y a sus seccionamientos y combinatorias como formas complejas
.


En el aspecto compositivo, deben aplicar lo estudiado en diseño 1. La aplicación de las variables de la composición son ineludibles y entre ellas dar importancia al centro de interés del conjunto y la búsqueda de la unidad. Considerar el tamaño, la posición, el color, la textura y el contraste de las formas, para su respectiva ubicación en el conjunto. Comprometer una forma con otra y lograr el encadenamiento de este objetivo, así podrán demostrar cada una de ellas que se pertenecen unas a otras y que forman parte del todo, evitando la percepción de un simple “arrumaje o amontonamiento” de ellas pretendiendo ser conjunto, el uso de “articulaciones vinculantes” como formas, pueden ayudar en este objetivo.




Finalmente en esta tarea, es imprescindible adiestrar en nuestra percepción y configuración de las formas y su composición “la proporción estructural” que esta basada simplemente en el criterio de soporte y estabilidad de las formas del conjunto, su adecuada ubicación por su fortaleza o debilidad y su respectivo equilibrio. Revisemos nuestro estudio de los elementos constructivos estructurales y sus múltiples presentaciones, para esta finalidad y logremos sus connotaciones en la configuración de la forma.


ilustraciones: jorge sihuay maraví

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